¡Predicciones!

29 11 2010

Hace 6 años empecé a pergeñar una reflexión sobre la recurrencia del llamado «Nuevo Cine Argentino» a construir dos espacios predominantes -y opuestos y complementarios- en sus ficciones (espacios a los que uno se «introduce» en tanto espectador de cine): la playa vacía en invierno (un paisaje melancólico donde nada pasa, casi una muerte en vida) y la ciudad furiosa (donde todo lleva únicamente a la muerte).
En ese sentido, encontraba que la quintaesencia de lo que di en llamar ficción playa -entiéndase, hablamos con metáforas, no hay que ser literales-, estaría dentro de nuestro imaginario condensado en una imagen: Mar del Plata en invierno.
Durante los años siguientes a esas primeras reflexiones apuntadas, me fui topando con lo que parecían «confirmaciones» de la teoría: un disco titulado, ni más ni menos «Mar del Plata en invierno», un mediometraje de un grupo de jóvenes en Mar del Plata en invierno, más películas con playas vacías de turistas, etc.
En realidad, no tiene sentido pensarlas de modo causa-efecto, sino como condensaciones de un código cultural que se hacen visibles y coinciden con mi descripción, en principio, por tratarse de una metáfora.
Sin embargo, es tentador (y divertido) sentirse un poco un Horangel de la mentalidad «artística» de parte de una generación.
Ocurre que hoy me vengo a encontrar con que la «marca» característica con la que los rockeros marplatenses quieren dar el batacazo es precisamente aquel melancólico universo de las juventudes de fines de los noventa. Y por eso presentan un disco doble de catorce bandas marplatenses bajo el título de «Una ciudad de Invierno«. Entonces pienso: si con esto pretenden conquistar las almas rockeras porteñas, con este título tienen grandes chances de hacer picar a unos cuantos miles de melancos irredentos. Que así sea.





¿Submarinos argentinos?

25 11 2010

La primera parte de un informe que hicimos sobre la recuperación de los submarinos argentinos.

(Hasta ahora, todos los submarinistas que conocí (4) son lo más. Eso sólo me había pasado con otra profesión: los montajistas de cine. Ni idea de por qué. Si alguien tiene alguna hipótesis sobre la relación profesión-buena onda, que me avise.)





Palabra nueva III

24 11 2010

En mi constante surfeamiento -como tal, superficial- sobre las aguas de la mar océana del conocimiento científico, vine a conocer una palabra cuya sonoridad unida a lo que representa hace las delicias de la mente misma: colémbolos.

Resulta que son unos bichos sin alas y con una especie de “resorte” abdominal. Y resulta también que no sólo existen desde hace 400 millones de años, por lo menos, sino que además viven en todo el planeta, incluso la Antártida, y ya que estamos, son los bichos más numerosos: pueden encontrarse hasta 62.000 individuos por metro cuadrado.

Pero vuelvo a lo que importa: colémbolos.





Efecto dominó

3 11 2010

Che, el Evento «Muerte de Kirchner» no para de empujar a hombres y mujeres a revelaciones insospechadas. Ya tengo un amigo que se afilió al PJ, otro que me confesó haber redescubierto su vocación militante (luego de años exiliado en el desierto del Cinismo), unos 8 o 10 que decidieron que «hay que juntarse (a pensar, a hacer algo)» y una parva de conocidos que no les había alcanzado con el quilombo de la 125 para dejarse de escorchar y por fin ahora están empezando a mirar con otros ojos el mundo y la realidad toda.

Gracias, Néstor, por tu certera muerte. (?)





Consejos para esta época épica de voluntad revisitada

3 11 2010

Sólo la organización vence al tiempo. Sólo la organización vence al tiempo. Sólo la organización vence al tiempo. Sólo la organización vence al tiempo. Sólo la organización vence al tiempo. Sólo la organización vence al tiempo. Sólo la organización vence al tiempo. Sólo la organización vence al tiempo.
Repetir las veces que sea necesario hasta entender la cantidad insospechada de sentidos que tiene esta afirmación.





El luto consiste en cantar, llorar, reir, abrazarse y leer

28 10 2010

Primero, desconcierto. Tristeza soterrada y bronca, mucha bronca.
Después, con la confirmación (una vez más) de que somos muchos, de que hay movilización, de que la plaza se llena una y otra vez, se va la bronca y llega la tristeza plena, el llanto reparador. Después después, recién, hoy, ahora, hace un rato, y también durante un día más, las multitudes que somos. Y de la tristeza a una forma enrevesada de la esperanza.
Y mientras, en medio de conversaciones, gritos, cantitos, algunos hasta se mandan estas cosas:

La muerte de un político. Martín Rodríguez.

El vacío y la ingratitud. Manolo.

Un político abismal. Horacio González.

Un abrazo para todos.





Citando a estúpidos

25 10 2010

«Ay, qué te enojás
si era un chiste
si era una foto
si era un cuento
si era una película
si era un poema
«





Margen central

24 10 2010

«a ver si nos corremos
al interior»

(piden unos y otros de otros barrios)

nuestro margen central
qué molestia impuesta la del border ¿cómo? cómo le gusta al border señalar el centro y diferenciarse, cómo le gusta a la víctima, como le gusta a la víctima señalar al docto verdugo, cómo nos gusta decir: «fueron ellos» (para ser nosotros los lindos los buenos los verdaderos los no tenemos la culpa los «¡no!») («a ver si nos corremos un poquito que hay lugar») y vos, que te parás más allá, en la pampa del cinismo, que señalás hacia acá diciendo: «fueron ellos, los correctos, ellos fueron» sos víctima border sos yo /
-no sos yo
-ey, qué tanto ahí, vos

«ellos / fueron»





Conurbano

13 10 2010

El «problema» del Conurbano es uno de los Grandes Temas. Sobre todo si le quitamos la tonta creencia de que el Conurbano es lo que es por sí mismo. Es decir, ¿cómo se formó y se sigue formando el Conurbano? ¿por qué existe algo desde cierto punto de vista tan estúpido como «la Capital y el Conurbano»? ¿qué injerencias podrían tener algunos gobiernos provinciales del resto del país y algunos municipios del resto de la provincia? (No digo el gobierno nacional porque de él se habla todo el rato.)
Para arrancar por algún lado, leer acá, y luego todos los links que desde allí manan.





Oráculos VI: Breve y conciso

6 10 2010

Ayer consultamos al Oráculo del día, que vino a ser el libro Los peligros de fumar en la cama, de Mariana Enríquez. La consultante, una amiga, preguntó, sencillamente ¿cómo me voy a morir? Y este libro, fiel a su carácter inquietante y sugestivo respondió sin vueltas: «un corcho dentro de la boca«.





Oráculos V: Lovecraft 2011

7 09 2010

Como es de público conocimiento, acá nos entretiene mucho (y nos guía) todo lo que es hacerle preguntas ultra-trascendentales a los libros, lanzándonos al abismo del azar. Hemos dado en llamar a esta práctica Oráculo del día. Y como el día de hoy se nos presentó muy reflexivo sobre el futuro de nuestro querido país, decidimos conjugar dos cosas: un libro de H.P.Lovecraft titulado «El horror de Dunwich» y la pregunta ¿qué nos espera a los argentinos en el año 2011?

Sabíamos en qué nos estábamos metiendo. No sólo es un autor de misterio -anque terror- sino que también se trata de una traducción realizada por un tal Aurelio Martínez Benito. Así que la respuesta tendría dos problemas: el condicionamiento asociando futuro a terror por un lado, y la traducción, fuente de eternas confusiones, por el otro.

Sin embargo, la práctica oracular nunca deja de sorprendernos con su inefable sabiduría. La respuesta fue doble. El tamaño de la tipografía llevó al dedo a posarse sobre dos renglones. En el superior encontramos una productiva metáfora y en el inferior, una respuesta con aires de advertencia.
¿Qué nos decía Lovecraft vía Martínez Benito en el renglón superior? «Chotacabras». Para el 2011 a los argentinos nos esperan chotacabras.
Para la inmensa mayoría de los argentinos, justamente, esto puede no significar absolutamente nada, pero si nos detenemos en el papel que cumplen estas aves en el libro (más conocidas en estas tierras con el nombre de atajacaminos, porque tienen la costumbre de volar al ras del suelo y sorprender a caminantes y cabalgaduras) todo se aclara. Las chotacabras/atajacaminos de El horror de Dunwich vigilan a los agonizantes para después atrapar las almas de los recién muertos y llevárselas al infierno. No es necesario aclarar la metáfora de un gobierno rodeado por una parva de chotacabras acechantes.
Ahora bien, en el segundo renglón leemos «malsana expectación». He allí la otra cara de nuestro próximo año: según Lovecraft, para el 2011 a los argentinos no nos espera otra cosa más que malsana expectación.





«¿Cómo deliberar sobre capas geológicas de jugadas tácticas?»

6 09 2010

Acá el escriba Escriba echa luz sobre algo que nos atora.





¿Qué significa envejecer?

25 08 2010


En cuanto a que hay «millones» de jóvenes como Braian Toledo… ojalá sea esto cierto. La delincuencia juvenil ha alcanzado, en lo que va del año, niveles aterradores que todo el país conoce y sufre. Ignorarlo no puede ser nunca una solución.
(Magdalena Ruiz Guiñazú, hoy, en La Nación.)

Un día tras otro no paro de entender lo mismo: el problema de los jóvenes son los adultos.





Invierno

20 08 2010

Es invierno y a la ciudad se entra por una puerta diminuta a un costado de la ruta.

Es invierno y es difícil por lo tanto entrar en la ciudad: es invierno. Pero si al fin la puerta se abre (hay que empujar), del otro lado, súbito, te encontrás con cierto aire de asfixia.

Es invierno y la ciudad está cerrada, plegada sobre sí, afrazada sobre sí. Si caminás unos metros desde la diminuta entrada hacia el centro, es decir, buscando el centro, te encontrás con una serie de monoblocks cubiertos de una neblina cálida producida por dos turbinas gigantes. Los monoblocks dan a un callejón arropado, de tan tibio caliente, que casi nadie transita.

Es invierno y las mantas que cubren las plazas, los mitones que protegen los semáforos y los sobretodos de los teléfonos públicos espesan el paso.

Es invierno y no podés pasar, es decir, llegar hasta la mano del tipo que apenas unos metros más allá te ofrece el jugo feliz de una fruta extemporánea, discordante y ácida que promete o proviene de un verano imposible de imaginar.





Ridícula

13 08 2010

Ridícula, ridícula, ridícula.

¿Cómo le quedará el gris estatua?

(Sí, bueno, es fácil pegarle a Carrió ya, pero ¿no es muy divertido también?)





Susto

11 08 2010


Buscando información sobre la ciudad de Buenos Aires por un motivo que no viene al caso mencionar, me topé con un dato que tenía olvidado: en 2007 el 60,96% de los porteños que votaron en la segunda vuelta de las elecciones para gobernador de la ciudad lo hicieron por Mauricio Macri. La verdad que me impresionó el numerito, porque es como decir que 3 de cada 5 porteños son garcas (o muy pero muy tontos).
Necesito regresar al conurbano urgente.





Oráculos IV: Objectividade

5 08 2010

Como cada tanto, le hacemos preguntas a un libro que se nos antoja revelador.
En esta ocasión, la pregunta convocante, pretensiosa y magnificente fue: ¿qué pregunta debe hacerse hoy la Argentina?
Para contrarrestar tamaña grandilocuencia acudimos a una novelita amable que resulta ser un best-seller en Portugal (?): O cão e os caluandas, de Artur Carlos Maurício Pestana dos Santos, un escritor angoleño que por suerte tiene un apodo: «Pepetela». La elección del libro fue también un intento de agregar una cierta objetividad / imparcialidad por su carácter de extranjero.
Abrimos el libro, lo dejamos correr y apoyamos nuestro índice en la página 94. Y Pepetela, ni lerdo ni perezoso, nos contesta:

«…onde está a objectividade informativa?»

Pah. No me lo hacía tan enterado de los asuntos argentinos al Pepetela éste.
Cada vez que lo ejecuto, el sistema oracular se me hace más y más infalible. Hagan la prueba.





Estándar

3 08 2010

Se abre un nuevo ramal. Poemas estándar.





Sueño soñado en septiembre del 2003

2 08 2010

En el piso de una habitación alfombrada, Simón –un compañero de estudios- me pedía que tuviese cuidado con un objeto. Yo me acercaba y él me mostraba una cajita rectangular.
Simón me explicaba, con un tono que varió del reproche a la evocación, que allí conservaba los ojos y algunos huesos de su hermano muerto. Miré: había dos bolitas blancas sostenidas por diminutas columnas de algún material intermedio entre la cera y el pegamento. Había además un recipiente aún más pequeño, rectangular y de vidrio, en el que, enterrados en una arenilla gris, descansaban, ordenadas como una espina dorsal, pequeñas placas del tamaño de la yema de un dedo (eran blancas).
Hasta aquí, la primera parte del sueño.

La parte central comienza con Salma Hayek inquieta en el interior de una casa con techos altos. Está oscuro.
Mi primer punto de vista es desde atrás de una barra de antecocina. Veo a Forrest Withaker que se saluda en un pasillo con Salma Hayek. De súbito, está (no “aparece”, sino súbitamente “está”) la luz del sol entrando por las puertas altas del PH. Forrest tiene el pelo ondulado y largo hasta los hombros. Su párpado no está caído y parece más latino que negro. Salma ahora está contenta porque está con él. Entiendo que lo ama. Le habla. No sé qué dicen, no lo recuerdo.
Ellos están ahora sentados en el centro de la habitación, en dos sillas. Salma tiene a Forrest a su derecha. De pronto, algo cambia en el aire: hay una cabeza sin cuerpo, con una forma cercana a la de un triángulo isósceles. Rodea a la pareja, volando. Es verdosa. De la base de su cuello cuelgan incontables tubitos de colores, como cables. La cabeza da un rodeo por detrás. Salma se inquieta otra vez. La habitación se ensombrece. Salma mira a su derecha: no hay nadie. Todo ha sido una ilusión. Comprende ella y comprendo yo -gracias a esos arranques de repentino conocimiento que ocurren una y otra vez en los sueños- que Forrest nunca estuvo allí, que nunca hubo nadie cerca nuestro. Pero al punto esa idea vacila: en donde hasta recién estaba Forrest Withaker ahora hay un perro. Un perro grande y negro, echado.
Salma está asustada, porque otra vez hemos comprendido algo a un tiempo: Forrest está muerto, lo de recién fue sólo un buen recuerdo que estuvo con nosotros un instante. Y todo lo que sucede luego, de algún modo inexplicable, acaba por explicárnoslo.
Qué sucede luego: la cabeza voladora crece en tamaño, y ahora parece de goma espuma, de un verde dólar lavado. Se ha vuelto una cabeza esculpida: las líneas de la cara y el cabello son gruesos trozos de material verde. Las hendiduras son blancas, sucias. Tiene el aspecto de la cabeza de Washington salida de un billete de un dólar, materializada en goma espuma.
La cabeza deja de flotar y se recuesta con suavidad frente a Salma. Yo estoy ahora a su lado, o mejor dicho: veo lo que ella ve. La cabeza se posa, decía, y ahora es la cabeza del Che Guevara. Y en seguida es un montón de cabezas en blanco y negro que se sostienen entre sí armando una gran cabeza indefinida. Hablan todas al mismo tiempo. ¿Cómo se sostienen? Con los dientes, como en una mordida, algunos, como en un beso, otros. Hay algunas cabezas que están meramente apoyadas sobre otras. El blanco y negro es fílmico. Como si las cabezas de varios políticos (porque ahora son cabezas de políticos que no alcanzo a nombrar ya, perdidos los nombres en el olvido automático que es despertarse) hubiesen salido de distintas pantallas de muchos televisores o cines y en su reciente tridimensionalidad, conservaran ese color y esa textura (esa superficie lisa/plana de la imagen lumínica).
Las cabezas de políticos repiten incansablemente y a coro: «¡El tercer huevo! ¡¡El tercer huevo!! ¡¡¡El tercer huevo!!!». Y con Salma, sin mirarnos, sólo estando ambos allí, entendemos que se trata de un conjuro, de una clave, de una profecía y de todo eso al mismo tiempo. Y por lo tanto, y vaya uno a saber por qué, también comprendemos -y éste es el último arranque de comprensión en nuestro sueño con Salma- que las cabezas parlantes hablan de la historia política de latinoamérica, y que por lo tanto -quién se atreve a dudarlo- Forrest Withaker es un desaparecido de la última dictadura. Ahí termina el sueño, con ese «descubrimiento» me despierto.





Futuros

1 08 2010

Conozco una nena de 12 años que cuando sea grande quiere ser edecana de la presidenta.





Matrimoño

27 07 2010

Un artículo que escribí sobre la Ley de Matrimonio Igualitario y que salió el otro día en el suplemento Ni a palos de Miradas al Sur.





Más Nueva York de Torres García

10 04 2010

Otras citas de este libro ya comentado escrito en 1919.

«En otro lugar hemos dicho ya, que este pueblo americano no era en realidad un pueblo, sino una organización» (JTG, 114)

«Porque aquí, saltando por encima del vulgar hombre con personalidad, por encima de las individualidades, se ha creado el hombre tipo.» (JTG, 115)

(Un amigo historiador me comentaba el otro día que le parecía mal que supiéramos tan poco sobre la historia de Estados Unidos y tanto -en comparación- sobre la europea.)





Sueño de Mauricio

29 03 2010

Una noche, en la cena, Mauricio contó un sueño. Cuando él estaba en cuarto grado, tenía una novia que se llamaba Karina Andrea Caligari. Y una noche soñó con ella: unos duendes-enanos se la llevaban de su lado tras una pelea muy dura. Los duendes le decían que la habían enterrado viva y que, para identificarla, habían puesto una tapita de crema de enjuague sobre la tierra que la cubría. Entonces Mauricio subía una colina en su búsqueda y del otro lado se topaba con un extensísimo campo cubierto de tapitas de crema de enjuague; pero como él conocía -no sabía cómo, pero lo conocía- el aroma del pelo de Karina Andrea Caligari, se ponía a oler todas y cada una de las tapitas-lápidas y encontraba la correspondiente a la tumba de su novia. Y cuando comenzaba a desenterrarla, y mientras oía los llamados de Karina Andrea Caligari desde bajo la tierra, sus primos lo despertaron.
«Y no pude desenterrarla», dijo.





¿Y esto?

10 02 2010

Fue tomada anoche en la calle Perú, esquina Humberto I.





Sueño antártico

8 02 2010

Apenas recuerdo estar en una larga mesa, con gente de mi edad, en un barco enorme que partía hacia la Antártida (éramos una expedición o un grupo de alumnos; había un líder o coordinador mayor que nosotros). Esperábamos a una chica que avisó que llegaría muy tarde. Yo me indignaba y le decía a otra chica que tenía al lado: «¡Es un barco a la Antártida, no un micro a acá nomás!»